Mulberry Mediación
La mediación es un espacio de justicia donde las partes, con la intervención del mediador, crean un ámbito dialógico con el fin de buscar cooperativamente y en beneficio mutuo el entendimiento y en su caso los acuerdos que resuelvan sus controversias, todo ello a través del desarrollo de un procedimiento estructurado y deliberativo.
El itinerario jurídico del desarrollo de la mediación en la UE, incluso desde sus inicios, ya en los Tratados de Maastricht y Ámsterdam, configura la mediación integrándola en el «espacio de justicia europeo».
La mediación está vinculada a la justicia, no solo porque auxilia o complementa a la Administración de Justicia, sino porque es, en esencia, justicia, una justicia privada y auto compositiva, donde las mismas partes en conflicto son quienes deciden cómo solucionarlo con la intervención activa del mediador.
La actividad de la mediación se desarrolla en múltiples ámbitos profesionales y sociales, pero es preciso subrayar, que no toda actividad mediadora despliega una eficacia jurídica, sino tan sólo aquella que se sujeta al procedimiento de mediación regulado en la ley, a sus principios informadores y exigencias formales. Los acuerdos que en su caso alcanzan las partes hacen efecto de cosa juzgada y se constituyen, reuniendo las formalidades previstas, en títulos ejecutivos para exigir su cumplimento forzoso ante los tribunales de justicia.
La figura del mediador es la pieza esencial del modelo de mediación civil y mercantil regulada en la Ley 5/2012, de 6 de julio basado en la voluntariedad y libre decisión de las partes, donde se regula el procedimiento de mediación de una forma flexible, fundamentado en los principios de imparcialidad, neutralidad y confidencialidad.